domingo, 10 de noviembre de 2019

CUIDANDO LA CARPA DE EVANGELIZACIÓN EN LA CIUDAD DE TALCA



PROTECCIÓN EFECTIVA A LA CARPA.

Esta incertidumbre que se vive en el país hoy me hizo recordar un episodio que vivimos en Talca el año 1968.

Don Guillermo Mac Bride instaló una carpa en el fundo Prosperidad que estaba ubicada en el barrio norte, a la cual también se accedía por la 9 norte con 7 oriente. La intención de instalar la carpa era efectuar una campaña evangelista en esa parte de la ciudad.

Durante la noche debía quedarse una persona para cuidar los implementos y accesorios de aquel local móvil. Se turnaban entre otros: Don Manuel Rodríguez, don Carlos Domínguez, don Guillermo Guzmán, don Luis Valenzuela y don Luis Escalona.

Un día don Guillermo Guzmán manifestó que unos delincuentes con capuchas entraron a la carpa y se querían llevar las bancas y además intentaron prender fuego al lugar. Él corrió hacia un retén San Gabriel que estaba muy cerca y logró llegar con carabineros quienes repelieron a los delincuentes.

Esta información se dio a conocer en el local y los que éramos jóvenes, pero aun sin formar parte de la comunión, organizamos parejas para ir a cuidar y proteger la carpa durante la noche.

Las duplas que se formaron eran:
  • ·        Juan Peralta y Julio Vega
  • ·        Nelson Domínguez y Fabian Morales Salas
  • ·        Benjamín Orellana y Moisés Rodríguez
  • ·        Orlando Peña y Enrique Vega

Inicialmente tuvimos la oposición de los ancianos ya que ninguno de nosotros estaba en comunión y, además, algunos éramos menores de edad; sin embargo, y dado el ímpetu de nuestra posición se aceptó esta fórmula para cuidar la carpa.

GUARDIA NOCTURNA EN LA CARPA

Fue un viernes de octubre; llegamos con Moisés a cuidar aquel lugar en que en la parte central había un telón que decía: Los dos caminos y los dos destinos.

Llevábamos algunas frazadas que pusimos sobre unas bancas. No había catre de campaña. La recomendación era llevar sándwich y café en un termo.
Durante la noche escuchamos conversaciones y gente que corría cada vez que prendíamos las luces.

De pronto, cuando oímos conversaciones y pasos por fuera, no prendimos las luces y sorprendimos a los vándalos con claras intenciones de saquear y provocar problemas.

Uno de ellos, pensando que nosotros éramos de los mismos nos dijo: Uds. entren por allá y nosotros por acá. 

De pronto encendimos las luces y nos enfrentamos a los maleantes, que al verse acorralados arrancaron en dirección desconocida.

Fue una experiencia inolvidable que la recordé en estos días al ver que personas irresponsables destruyen todo a su paso, incluso todo tipo de iglesias. Es por aquella razón que hay que estar preparado para todo.

Como recuerdo de aquello, invito a ver el siguiente video de esos años de juventud, en que nuestra aspiración, no solamente era que no se destruyera la carpa, sino que además que las nuevas generaciones continúen con la tarea impulsada por los primeros misioneros. Pero quizás si lo más importante de todo es preocuparse de aquellas o aquellos que, por distintos motivos, han quedado imposibilitados o discapacitados.

No basta seguir orando por ellos, sino que más bien, pensar que cuando en oración se diga: Señor que se haga tu voluntad. Convencerse que la voluntad del Señor es una mayor preocupación por la hermana o hermano desvalido.

Lo anterior con pinchar el siguiente enlace: